Folk Literature of the Sephardic Jews Multimedia Digital Library

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Melchor y Laurencia conversación Samuel G. Armistead Está bien. Vamos a empezar esa, si quiere. Eso de "Cautivaron al rey Francisco", ¿cómo es? ¿Cómo empieza? inf1 "Cautivaron a[l] rey Fransisco / almirante de las mares." ¡Ay! Ya me ha confundido uste[d]. Samuel G. Armistead Perdone, este ... corte de cinta recitado. inf1 ¡Malhayas oscuras murayas que tiene el rey en su puerto! Mejor puerto del mar el rey [ se corrige ] que tiene el rey en su reino. Pero en una caye nueva vive una gran señora que la yaman Juana, doña Juana de Varela. Esa tal tiene una hija que la yaman Laucresia. Laucresia es tan bonita como'l sol y la luna: sus cabeyos, del oro, su frente, blanca y redonda, sus sejitadh echan arco, su boca [ se corrige ] su[s] labios, coral fino, sus dientes, menudas perlas, su cuerpo, alto y gayardo. Namoróse de eya un gran cabayero que se yamaba Melchor Valesa. Y un día, se fueron a una huerta con siento de sus donseyas. Armárase una grande guerra, tiraran moros en tierra. Al buen Melchor y a Laucresia se la yevaron cautiva. La sacaron a vender a eso de una romería. La comprara un moro rico, que gran caudal tenía. La yevaran en casa la reina, [.....] Melchor se pusiera de ... [ se corrige ] Al señor Melchor pusieran de conserje en la viya. Un día, estando Melchor con la reina en la barandiya. -- Melchor, reniega tu ley, yo te daré de mis hasiendas y te daré de mis caudales. Vuélvete a la ley de Mahoma y renega de tu ley. -- Yo no renego mi ley. [.....] Antes me cubra la tierra y me sostenga la tierra ... [ se corrige ] Antes me cubra la muerte y me sostenga la tierra que yo olvi ... [ se corrige ] deje mi ley y olvide a Laucresia. -- Si por Laucresia lo hases, bien vendida te la tengo. La compró un turco muy gr ... [ se corrige ] muy bueno, de gran caudal y hasienda. Esta noche duerme a bordo, mañana parte a sus tierras. [ repite ] [.....] bien vendida te la tengo. [ se corrige ] Esta noche duerme a bordo, mañana parte a sus tierra[s]. -- El buen Melchor, que no dormía, hasíase ir al camino. Encontró al turco durmiendo en falda de Laucresia; un esclavo al lado d'eya y una sirvienta que la sierva. En su cueyo tenía lo que [ se corrige ] el oro que más valía. Sacó espada de su sinto, al turco le mataría. Mató al criado y a la criada [.....] y en faldiquera del turco lodh sien marco[s] encontraría. Se fueran a la playa, encontró un barquito barrancado en la arena. Con los brasos de Laucresia le sivieron de roma [ se corrige ] de remos. Con el vestido de Laucresia, le sirvieron de bandera. No [ se corrige ] Tres horas no han pasado, ya vieron las armenas. Dodh horitas mádh, ya yegaron a Barselona. Por dónde fuera a pasar, pidiendo iba una limosna. Bajó una niña a abrirle: -- Mamá, una señora y un señor está[n] a la puerta. -- Dilos, hija, que suban, qu'aquí haremo[s] la fiesta. ¡Ay! ¡Qué cara más paresida y a una hija que yo tenía! -- ¿Qué señal tiene, señora? ¿Qué señal tiene su hija? -- Tiene un lunar en la espalda isquierda, que siete güerta[s] la daría. -- De ahí, se reconosieron la madre y la hija querida. Madres que hijas tenéis, un encargo os daría: que no fiarsen en nadie ni dejéis ir sus hijas a las huertas. corte de cinta